Capitulo 3: Toronto
El 22 de Abril de 2003 llegamos al aeropuerto internacional de Toronto. Alli nos esperaban los Logatto, una familia argentina que nos alojo durante nuestra primera semana como inmigrantes. Luego pasariamos unos dias mas en casa de Miguel Huller y Señora, hasta conseguir departamento.
La primera impresion fue rara, Toronto es una ciudad muy grande, diversa y ordenada en la que solo llegamos a vivir 3 meses. Aquella era la epoca del SARS, una enfermedad viral que amenazaba con extenderse rapidamente e instalarse en suelo canadiense. En la calle se veia gente con mascarillas, a diario se suspendian vuelos de entrada a Canada por temor a la infeccion, y como no podia ser de otra manera, esto trajo una breve recesion economica durante la cual se hizo casi imposible conseguir empleo.
Nuestra vida cotidiana se repartia entre clases de ingles, buscar trabajo de lo que fuera, y conocer todo lo posible esta nueva cultura. Tuvimos la oportunidad de disfrutar de museos, parques, festivales de musica (sobre todo callejeros); hacer amistad con personas de todas partes del mundo, mejorar el manejo del idioma, en fin, fueron casi unas vacaciones perfectas, solo ensombrecidas por el continuo drenaje de dinero y la obvia falta de ingresos. La situacion llego a tal punto que nos vimos obligados a tomar una decision, la cosa se nos complicaba. Teniamos en Calgary una familia amiga, los Piquer, que en mas de una oportunidad nos habian ofrecido alojarnos si optabamos por mudarnos al Oeste, asi que sin pensarlo mucho, sacamos los pasajes y empacamos nuestras pocas pertenencias. Ignorantes del sistema canadiense, tuvimos algunos problemas para rescindir el contrato de alquiler del departamento, pero finalmente logramos alistarnos para la partida. Ironias de la vida, el dia anterior a nuestro vuelo recibimos sendas ofertas de trabajo, para empezar inmediatamente como telemarketers en una empresa con orientacion al publico latino. Pero ya no habia vuelta atras, nos esperaba Calgary y una nueva aventura, con grandes signos de interrogacion acerca de nuestro futuro.
En lo personal, me queda de Toronto un lindo recuerdo, fueron dias de experimentar cosas nuevas todo el tiempo, de empaparnos de la forma de vida canadiense y de recorrer una ciudad que considero entre las que me gustaria vivir; rica en diversidad, cultura, muy bella y cosmopolita.
Pero volvamos a la historia, al 1ro de Julio de 2003, cuando aterrizamos por primera vez en suelo Calgariense.
Hoy lunes empiezo a disfrutar de dos semanas de vacaciones, que aprovechare para estar al lado de Caro y Breanna, (que todavia necesitan de mi ayuda para los quehaceres cotidianos), y por fin empezar nuestra vida en familia como corresponde. Ayer Quica volvio a Baires, fue muy lindo tenerla aca, y una gran ayuda sin duda, se nos hubiera complicado muchisimo sin ella, especialmente los dias en que Caro estuvo en el hospital. Carolina evoluciona muy bien, gracias a Dios; mañana tenemos turno con su cirujana, y hoy veremos a la doctora de la gordita, que esta hecha una belleza (y no lo digo porque sea el padre, je). En un par de dias publico otra galeria de fotos y vuelvo a la normalidad con el blog, que tanto me ha servido estas tres ultimas semanas para estar en contacto con Uds. Un abrazo enorme y muchos besos de Caro.
