Capitulo 2: Emigrando a Canada
A fines de Agosto del año 2001 empezamos lo que seria el paso mas importante hacia nuestro futuro como inmigrantes: comenzamos los tramites en la Embajada Canadiense en Buenos Aires, situada en la calle Tagle al 2800. La primera impresion no fue acogedora; ante nuestro pedido de informacion nos contestaron con monosilabos, y nos dieron un papelito con la direccion web de la embajada, la misma que ya habiamos chequeado en casa. Hay que reconocer que encontramos online todos los elementos que necesitamos para seguir adelante; como en todo lo demas, los canadienses son precisos e implacables, no tienen grises, es de una forma o de la otra, y si no te gusta… mala suerte.
En el transcurso de un mes reunimos todos los documentos e informacion que nos pedian, y finalmente presentamos nuestra solicitud para la visa de Residentes Permanentes, indicando que en caso de ser aceptados, nos radicariamos en Toronto. Pensandolo ahora, creo que elegimos Toronto porque era la unica ciudad canadiense que conociamos… al menos de nombre. Miramos algunas fotos, nos gusto y dijimos: Por que no?
A partir de ese momento el reloj comenzo a correr mas rapido. Temores, esperanza, alegria y tristeza se mezclaron con la realidad de aquellos dias, formando lo que ahora me viene a la memoria como un torbellino de hechos que no nos dio tiempo para nada mas que el presente inmediato. Recuerdo la alegria de saber que nuestra solicitud habia sido en principio aceptada, la incertidumbre de los ultimos dias del año cuando la economia y el gobierno se venian abajo, la angustia de no saber si seriamos capaces de juntar el dinero que necesitabamos para irnos, la bronca de sentir que el esfuerzo que habiamos realizado en los ultimos años no valia nada, las tardes de mate y de estudiar ingles con Gustavo, el suspenso de no saber hasta el final que seria de nosotros. Recuerdo muy particularmente los dias en que Buenos Aires fue destrozada a manos de la ira de algunos, las imagenes de los negocios incendiados o apedreados desde el colectivo que me llevaba a casa, gente corriendo, robando; la desolacion de caminar entre los escombros del microcentro el dia despues, el estupor y el sentirme parte de una mala pelicula, apocaliptica e increible.
Pasaron los meses, vendimos nuestro pequeño departamento para pagar algunas deudas, y finalmente nos llamaron para la entrevista definitiva que decidiria si nos daban la visa o no. Ese fue un momento clave para nosotros, ya que no teniamos un plan B en caso de ser rechazados, y sinceramente, la situacion del pais no nos alentaba a quedarnos. Despues de una larga hora con una agente de inmigracion canadiense, obtuvimos el aprobado. Creo que esa fue la primera vez que realmente caimos en la cuenta de que nos ibamos del pais.
No fue exactamente como nos imaginamos que seria. Lo que empezo como una decision de aventurarnos hacia algo mejor, termino no como una opcion, sino como una necesidad de irnos de una Argentina en la que en ese momento, sentiamos que no teniamos lugar.
Los ultimos meses fueron para los afectos, los preparativos y en nuestro caso, para quemar las naves; vendimos y regalamos todas nuestras posesiones, ya que la idea era irnos solamente con lo puesto... y no volver.
Con la ayuda de familia y amigos reunimos el dinero que nos faltaba y finalmente, compramos los pasajes al Primer Mundo.
Fecha de partida: 21 de Abril de 2003.
1 comentario:
Gracias por escribir Yanina, esta semana vamos a estar un poco ocupados con el tema de la bebe,pero ni bien tenga un poco de tiempo te escribo a tu direccion de email y te paso todos los datyos que necesites.
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