viernes, 8 de junio de 2007

Fumando Espero

Hace un año y medio que deje el tabaco. No tengo idea de por que decidi acordarme del tema hoy en particular, pero bueno, asi fue. Algo casi imposible de entender si no se es fumador, es lo dificil que resulta abandonar el cigarro, y que sentimientos contradictorios implica el convertirse en “ex-fumador”.
Como
con cualquier otra cosa, se empieza de a poco y con la seguridad de poder dejar en cualquier momento, lo cual es el primer y ultimo error: no se deja cuando uno quiere, se deja si se puede. Decia entonces, que uno empieza a asociar el cigarillo con ciertos actos cotidianos: terminar de comer, sentarse a hablar por TE, café, bebidas alcoholicas, etc, etc. Al poco tiempo, se habran llenado un monton de momentos y hasta la manera de gesticular estara asociada con el habito. Se podria decir que el fumar es sobre todo un vicio cultural; muchos empiezan de adolescentes para no diferenciarse del resto, o para tapar cierta inseguridad, o por el motivo que sea. Lo cierto es que llega el dia en el cual el cigarillo esta tan vinculado a todo lo que hacemos, que dejarlo implica sufrir por ausencia; nos hace falta cada 5 minutos! Inutiles son los chicles, chupetines y otras yerbas con las que trataremos de reemplazarlo, nada satisface. Por supuesto tambien existe una adiccion fisica a la nicotina, pero creo que lo que no ayuda es el hecho de poder comprarlos en cualquier momento, especialmente en los de debilidad. Uno puede levantarse a las 4 y diez de la mañana despues de soñar con que esta participando en Bailando por un Sueño, y decidir que una pesadilla de ese calibre es un motivo indiscutible para bajar al 24 horas de la esquina y obtener el ansiado atado de puchos, total por la mañana le podremos echar la culpa a que estabamos medio dormidos y ya que estamos, a Tinelli, que de todos modos se lo merece. Tampoco ayudan la publicidad permanente (los auspicia hasta el deporte!!!), juntarse con amigotes (que fuman como chimeneas) o ver la tele. Estan en todos lados.
Abrumados entonces por tanta hostilidad social, decidimos que lo mejor va a ser dejarlo de a poco. Otra mentira que solo prolonga la agonia. Creanme, sin fecha definitiva, ese dia en que fumaremos "cero" cigarrillos nunca llegara.
La verdad es que para dejar hay que estar convencidos de que no queremos fumar mas, y eso nunca va a suceder (con excepcion de algun susto que nos de la salud). Entonces nos queda nada mas que ese ultimo acto de voluntad al que muy pocos tenemos la suerte de llegar y sobrevivir. Un buen dia decimos “No fumo mas” y sabe Dios por que, no compramos mas!!! Somos libres al fin!!
Ahi es cuando nos convertimos en ex-fumadores, y de estos existen dos tipos: el canchero, que porque dejo se cree invulnerable y al tiempo prueba un puchito con total ingenuidad (“Si total ya deje, que me va a hacer uno!” Mmmhh…no, no, no, pebete!, diria Irma Jusid), y el otro, el resentido, que quisiera fumarse un toscano del tamaño de un Zeppelin, pero disimula yendose para al otro extremo, es el tipo que si ve a alguien prendiendo un cigarillo, pondra su peor cara de reprobacion, tosera ostensiblemente, indignado por la afrenta, y a pesar de estar a 50 metros, al aire libre y no poder siquiera oler el humo, se alejara como si lo persiguiera la peste.
Lo confieso, yo estoy mas cerca de este ultimo.

“Fumar es un placer, genial, sensual…
Fumando espero a la que tanto quiero
tras los cristales de alegres ventanales
y mientras fumo mi vida no consumo,
porque flotando el humo me suelo adormecer.”

Asi dice el tango “Fumando Espero”. Lo habra compuesto Jose Marlboro para la Phillis Morris Records?
A no decaer amigos, se puede dejar de fumar. Eso si, no esperen a que sea demasiado tarde. Y a los que estan pensando en probar, mejor gasten la plata en otra cosa, en serio.

Che! Quien c... prendio un cigarrillo??!!!! Cof, Cof, Cof.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ale, yo tambien soy del segundo ejemplo y eso que deje hace 15 años, te felicito hay que hecerse de mucha voluntad para dejar ese vicio maldito, besos Andrea Q.