La mayoria de la gente que vive afuera de su pais tiene cierta necesidad de contar su historia, especialmente el por que se fue, el por que volveria o no, el por que de tanta movida. Como en otras experiencias de vida, no deben haber dos que sean iguales. Nosotros llevamos casi cuatro años aca y creo que estamos lejos de tener las cosas del todo claras, especialmente nuestras emociones hacia lo que dejamos atras. Igual les voy a contar el cuento, ya que como les decia antes, es casi un vicio de inmigrante.
Capitulo 1: La Decision
Corria el año 2001 y con Caro llevabamos poco mas de un año y medio juntos; ella trabajando en una importante tienda de zapatos en Buenos Aires, yo tratando de salir adelante profesionalmente como Fisioterapeuta. Llevaba unos años en un consultorio de cierto prestigio, viviamos sin grandes sobresaltos, y soñabamos con un futuro mejor, tal vez hijos, una casa con patio, quien sabe que mas. Todavia no habian llegado los tiempos de la devaluacion y el corralito, pero desde hacia rato se respiraba un clima raro: crecia el desempleo, los sueldos no subian, la inseguridad aumentaba. Quien vive en Buenos Aires conoce tambien esa locura diaria, ese frenesi de la calle, el trafico, el ser conciente en todo momento de donde tenes guardada la billetera, el pesimismo esperanzado del porteño, que de alguna forma u otra, siempre esta informado de lo malo que va a pasar mañana. A pesar de la llegada del siglo 21, creo que el espiritu fatalista y tanguero nunca dejo de existir en la Capital. En fin, yo hacia rato queria probar con irme a vivir a España, (eleccion fundada sobre todo en similitudes culturales e idiomaticas y tambien porque mis abuelos eran europeos) y Caro fue contagiandose de a poquito, al punto que comenzamos los tramites de doble nacionalidad, pero pronto nos desalentaron las colas interminables y los requisitos casi exagerados que nos pedian. Tambien teniamos la duda de si era una buena decision emigrar hacia una cultura tan similar a la nuestra. Seria mas de lo mismo pero mejor? Nunca lo sabremos. El hecho fue que terminamos visitando las paginas web de las embajadas de Australia y Canada, y decidimos probar suerte con esta ultima. Por que? Porque tenia un sistema de puntaje muy simple para empezar el tramite de visado, y sobre todo, porque no recordabamos haber escuchado noticias de Canada, lo cual nos hacia suponer que era un lugar muy tranquilo. Asi que comenzamos con los tramites en agosto del 2001. En ese momento no teniamos casi nada ahorrado, pero planeabamos hacerlo hasta el momento de irnos, y ademas estaba nuestro pequeño depto. que podiamos vender. (Que ilusos, no? Cuatro meses despues la economia se vendria abajo y sufririamos una de las tantas crisis de nuestra historia!)
Y asi empezo todo. La decision? Nunca la tomamos formalmente. Empezo como una inquietud, una cosa llevo a la otra, y cuando nos quisimos dar cuenta, ya estabamos embarcados en el proceso de irnos. Estabamos un poco cansados de remar contra corriente en un pais donde poco se respetaban las reglas, los derechos de las personas, y donde nos costaba vislumbrar un futuro como el que teniamos en mente. Conozco gente que se ha ido de Argentina resentida. No es nuestro caso, queremos a nuestro pais y extrañamos muchisimas de sus cosas (ni hablar de nuestras familias y nuestros amigos de siempre). Pero bueno, la vida es una sola , y no nos cabia el vivir pensando en el “que hubiera sido si…”, aun a riesgo de equivocarnos. No hubo nada de dramatismo en la decision, surgio naturalmente como una aventura que con suerte podia llevarnos a algo nuevo, tal vez mejor.
Y asi fue como obtuvimos la visa de Residentes Permanentes en Canada. (Pero esa es otra historia).
4 comentarios:
Dedicate a la literatura. Me parece que es lo tuyo.
Quien hubiera dicho.... el Ale tan aficionado a las letras.
Que pluma!!
Ale,estás hecho un gran reportero!!!Y lo de "tanguero"...a todos los argentinos se nos nota,aunque en nuestros casos somos "tangueros esperanzados" y esa creo que es la gran ventaja para poder adaptarnos a otro país y seguir amando al nuestro.
Silvina,desde Sabadell-Barcelona
Cuantos recuerdos Ale! Leia como se fueron dando las cosas y resulta increible creer que ya haya pasado tanto tiempo de eso, lo que nos pone feliz es que cada uno pueda seguir armando la historia que desea y que nos sigamos "empapando" de las experiencias de todos, y lo mejor de todo es que a pesar de las distancias ,al momento de encontrarnos, ya sea personalmente, por teléfono o via mail, siempre aparece la misma calidez y cercania de siempre, a pesar de los kilometros, y esa es nuestra mejor "cualidad argentinidad" no?
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