Mayo

Parecia que nunca iba a suceder, pero llego el verano a Calgary. Mayo fue un mes raro, tuvimos frio, lluvia, nieve y ahora, finalmente, llegaron los dias de sol. Pasaron otras cosas tambien, se fue Laura, llegaron los papas-abuelos de visita, nuestra hija sigue creciendo hermosa y saludable, Caro se recupera en forma asombrosa.
El 2007 todavia no llego a la mitad, pero sin duda sera un año que recordaremos. Demasiadas emociones para tan pocos meses: el embarazo, el nacimiento de Breanna, los dias terribles en el hospital que prefeririamos olvidar, nuestros primeros pasos como padres, las visitas y el apoyo incondicional de la gente que queremos y nos quiere, el cambio de la realidad cotidiana a la que estabamos acostumbrados.
Un año atras nos ibamos en carpa a la montaña con nuestros amigos, sin otra preocupacion que el clima y la posibilidad de que nos corriera algun oso; ayer esos mismos amigos estuvieron de visita en casa y se podian contar entre nosotros cuatro bebes de entre 1 y 4 meses, personitas que nos dieron vuelta a todos la vida.
Seis abuelos venidos desde Argentina pudieron reunirse el fin de semana pasado y compartir sus vivencias en un contexto casi surrealista, en un momento tan lindo que probablemente no tenga chances de repetirse. Que loco, no?
Siento que siempre me pasa lo mismo. Tiene que pasar algo fuera de lo usual para darse uno cuenta de lo afortunado que es, de que seguimos aca para lucharla todos los dias. Esta vez se nos fue la mano, es cierto: una dosis tan grande de realidad no pasa desapercibida. A veces me pregunto si no se nos estara escurriendo la vida entre los dedos, si nos detenemos tan poco a valorar lo que pasa a nuestro alrededor que consumimos el poco tiempo que se nos ha regalado sin siquiera disfrutarlo. Me estare haciendo viejo? Seguramente. Brindo por eso.
Hay una frase en Cien Años de Soledad que siempre me viene a la cabeza y que probablemente sintetiza todo esto con palabras simples y sabias:
Arre vacas, que la vida es corta!
Disfruten. Y a no dormirse.